Nuestra historia como Artesanos

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Sinaí Montes de Oca
Sinaí Montes de Oca
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1873, año en que la actividad económica dentro del municipio de San Mateo Atenco toma rumbo hacia la industria zapatera. Pero ¿Cómo comienza todo?  

Durante los primeros setenta años del siglo XX, es decir, entre 1900 y 1912, da inicio la primera etapa de dicho proceso; Esta es llamada La Etapa Manual, ya que el trabajo que se realizaba era totalmente empleado sin uso de maquinas, únicamente instrumentos que pertenecían y/o adecuados a cada zapatero. 

Tal como en la actualidad, el proceso general de elaboración de calzado, se llevaba a cabo mediante fases de: Cortado, cosido y ensuelado; y cada zapatero sabia realizar todas y cada una de estas tareas. Gracias a esto, la estructura productiva permitía el trabajo independiente que daba como resultado grandes medios de producción. 

Durante la segunda etapa de este oficio, en los años 1913-1931. El uso de maquinas puso fin a la producción del zapatero independiente, sin embargo, fue y ha sido para beneficio de todos, ¿Por qué?… Con la llegada de la maquina de coser, hizo aparición el “maquinista” que es el trabajador especializado en su manejo. Esto hizo que incrementara el número de talleres, al igual que el numero de zapateros que los conformaban.  

Dependiendo la cantidad de empleados y maquinas que conformaban un taller, se dividían en “talleres chicos”, “talleres medianos” y “talleres grandes”, pero ¿Cómo se clasificaban?  

El Taller chico, daba cabida a dos o cuatro empleados y contaba con mesas de trabajo, navajas, espátulas, brochas, compresor y diversos instrumentos manuales.  

El Taller mediano, contaba con todas la anteriores, más mantadora, maquinas de coser, swajadora (maquina de cortar o cortadora) y algunos hornos para el montaje del calzado. Y empleaba entre 6 y 7 zapateros. 

Y el “Taller Grande”: Además de emplear entre 8 y 10 zapateros, contaba con todas la anteriores, más compresoras industriales, cabina de adornado, diversas montadoras, swajadoras industriales, etc.  

Todas estas máquinas representaban un avance para los artesanos y generaban un incremento de producción. Y debido al éxito de éstas, comienzan a llegar las maquinas eléctricas, con las que damos inicio a la tercera etapa. 

“En 1932 se utilizó por primera vez en San Mateo Atenco, una Stitcher para coser suelas”